Tiene que ser Jesús
T
e levantas, tomas un baño, desayunas, te despides de los que dejas en casa o tal vez no te despides de nadie. Llegas a cumplir con tus actividades del día, estudio, trabajo, hogar... cada quien lo suyo. Conforme va pasando el dia vas sintiendo el cuerpo cada vez más pesado. Si te toca caminar y ya eres mayor empieza en las rodillas. Si eres jovén empieza en el corazón. Dolorsitos pequeños en el cuerpo que se convierten en pensamientos negativos. Durante la comida estas en silencio, pensando, finges que estas distraido con un libro o con el celular pero no te puedes concentrar.
Sigue el dia y es hora de regresar a casa.
Esos dolores pequeñitos se convirtieron en una bola de nieve de pensamientos negativos, pensamientos acusadores, algunos te acusan a ti, reaccionas y los usas para acusar a los que estan a tu alrededor, algunos de ellos son los que mas te aman.
Ya no hay silencio, ahora son gritos que como un rayo que atraviesa tu cuerpo y perfora tu corazón.
Despues de largos minutos de furia por fin te calmas.
Silencio nuevamente.
El cuerpo esta pesado.
¿Como podré levantarme mañana otra vez?
Sin embargo, llegas al dia siguiente y se repite el ciclo. Despues de un tiempo con esta vida que estas llevando empiezan a detonar problemas mayores. Lo que ya sabias que vendria. ¿Problemas en el trabajo? ¿Problemas con la familia? ¿Problemas contigo mismo?
Cuando ya no puedes más caes de rodillas en un lugar cerrado, repentinamente "las circunstancias" te dieron "unos minutos a solas" y es cuando abres tu boca y dices:
"Solo quiero que me amen. Solo quiero un abrazo y que me digan que me aman".
Es cuando escuchas una voz que te dice:
"Ahora si tengo tu atención. Te sostuve esta mañana mientras te bañabas y llorabas. Me sente a tu lado en el desayuno. No solo te acompañe cuando saliste, también me hice cargo de que todo en casa estuviera bien. Tu escuchabas al que te acusaba pero mira, ahora has llegado a un lugar donde me escuchas a mi. Te amo y estoy esperando a que vengas a mi para correr a tu lado y abrazarte. Solo tienes que creerlo. Solo tienes que creer en mi".
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